Puntes Rebels 2023

Historias personales de mujeres desde otra perspectiva

Una punta puede ser el extremo agudo de alguna cosa, el principio o el final. Pero una punta también puede ser algo que sobresale, que destaca, que pincha, que se clava.

Nuestras PUNTAS REBELDES del calendario quieren destacar, quieren clavarse y rebelarse contra el orden establecido. Nuestras puntas son las puntas del iceberg, que esconden secretos debajo del agua y quieren contarlos.

Las nuestras son puntas de diamantes que quieren cortar con las heridas del pasado, para dar luz a historias personales de mujeres, desde otra perspectiva.

Desde 2019, cortamos las puntas rebeldes para sanar la invisibilización de estas historias de mujeres y dar paso a las siguientes.

El proyecto

Puntas Rebeldes es una red feminista, impulsada por mujeres, con el objetivo de cuestionar la realidad a través de visibilizar nombres e historias de mujeres, de crear un imaginario común más amplio y con nuevas perspectivas, revisando la historia para seguir construyendola, con la intención de remover consciencias y visibilizar proyectos externos impulsados por mujeres.

Un proyecto que empezó siendo un calendario solidario y, ahora, ya es un espacio de confianza, de lucha, de cuidados, un espacio de descubrimiento, de crecimiento personal y colectivo, donde nos apoyamos las unas a las otras, donde aportamos e intercambiamos conocimiento y sabiduría.

Más información
Una pequeña gran familia que, cada año, crece, y donde se generan nuevos lazos, nuevas relaciones y amistades; mientras aprendemos a organizarnos de forma horizontal, a comunicarnos, a gestionar nuevas situaciones y retos generando un ambiente de trabajo bonito y acogedor.
No decimos que sea fácil ni que no surjan problemas, pero sentimos que, entre todas, podemos encontrar las mejores soluciones.

Un proceso que atraviesa el año entero, de enero a diciembre, lleno de trabajo constante, donde cada una de las comisiones en que estamos organizadas aporta un gran esfuerzo, con mucha ilusión y dedicación y, durante el cual, nos conocemos más profundamente entre nosotras. Trabajamos en los productos finales (el calendario, la agenda, el podcast y el merchandising), pero también nos juntamos para pasarlo bien, organizamos salidas y arreglamos el mundo tomando unas cervezas.

Puntas Rebeldes está formada por personas de edades muy diversas. Desde criaturas que han nacido durante el proyecto y participan en él junto con sus madres, hasta la mujer de más edad, que a sus 86 años forma parte de esta aventura. Esto nos aporta una gran perspectiva intergeneracional, nos sorprende cuidando de las criaturas de las otras, mientras estamos reunidas, o grabando un podcast o durante el shooting. Y también nos emocionamos cuando escuchamos a las mujeres mayores explicando sus historias personales, alrededor de la hoguera, y agradecemos poder escucharlas con tanta ternura, con la consciencia de cómo sus vidas no han sido nada fáciles.

Puntas Rebeldes se gesta, se coordina y se produce desde Sabadell pero, como una red, estamos esparcidas por toda la península y las islas. Puntas Rebeldes es un punto de unión entre mujeres que ya disponen de otras redes, lo que permite amplificar las ondas.

Para las participantes, según la implicación que cada una quiere o puede tener, es un viaje intrínseco, directo a las entrañas, paralelo al proceso de búsqueda e investigación de la mujer referente. También tiene lugar una reflexión personal y un análisis interno, que puede llegar a plantear la propia vivencia del momento. Después de muchos meses adentradas en este proceso, todo culmina con el shooting, el momento de hacer las fotografías, el huracán lleno de caos en la superficie, pero que contiene una coreografía organizada, donde cada persona sabe perfectamente qué tiene que hacer para que todo salga adelante. El objetivo común está clarísimo. No hay egos, hay manos y soluciones. Una obra artística donde cada persona es la pieza clave que aporta, a partir de sus experiencias, formaciones y profesiones, y sin las cuales, el engranaje no funcionaría.

Mientras está pasando todo esto en Puntas Rebeldes, también conocemos y acompañamos a otras mujeres que llevan adelante sus propios proyectos y aprendemos de ellas durante el camino. Un año es mucho tiempo para entrar en contacto con el proyecto de colaboración, conocerlo a fondo e implicarnos en la medida en que podamos, tanto colectiva como individualmente.

Algunas personas del equipo describen Puntas Rebeldes como un proyecto con magnetismo, en el cual te adentras y pasan tantas cosas que sientes que quieres continuar formando parte de él. Cada año se unen como mínimo doce personas nuevas, y muy pocas lo dejan. Empezamos siendo unas veinte personas y, actualmente, somos unas ochenta y cinco. Este es un análisis que no nos deja indiferentes a nivel interno y que nos motiva a seguir andando juntas por muchos años más.

Curar la invisibilización de género

  • Sanar: Poner remedio a la invisibilización histórica de tantas mujeres y poner en valor a las mujeres del presente.
  • Cuidados: El cuidado entre las personas del equipo es uno de los motores de impulso del proyecto.
  • Curaduría: En el mundo artístico y de la gestión cultural, la curaduría es el proceso de investigar, seleccionar, agrupar y mostrar una colección artística. Puntas Rebeldes es una obra artística en todos los sentidos, y realizar la curaduría del proyecto, desde la perspectiva de género es una de las bases para mostrar el trabajo en equipo de todo un año, para cuestionar, reflexionar y exponer historias de mujeres desde otra perspectiva.